PROTOCOLO DE ENFERMEDAD ZOMBIE
INTRODUCCIÓN: Encefalomielitis vírica aguda, siempre mortal y que provoca la muerte y reanimación del sujeto infectado, convirtiéndolo en lo que comúnmente se denomina con la palabra zombi (ingl. ZOMBIE) o no-muerto (ingl. UNDEAD), que presenta un claro cuadro de agresividad (con tendencias homicidas) hacia los no infectados o en los que la enfermedad no se ha manifestado. Se cree que esta enfermedad está producida por un virus de la familia Rhabdoviridae, desconociendo tanto el género al que pertenece así como el número de genotipos distintos que existen, ya que oficialmente no ha podido ser aislado para su identificación (no existe ninguna investigación oficial ni tan siquiera se ha reconocido la existencia de esta enfermedad). A pesar de los impedimentos oficiales, la búsqueda continua.
Por convenio se ha establecido un sólo genotipo que es el que afecta al ser humano (EZG1)
Genotipo 1: Constituido por el virus clásico y afecta, como mínimo, al ser humano. El genotipo 1 es de distribución mundial.
Todos los animales de sangre caliente pueden ser reservorios de la enfermedad, aunque por no haber sido aislado el virus en dichos casos, se considera que el principal reservorio es el ser humano, seguido por otros mamíferos.
Según diversos estudios, todos ellos no oficiales, este virus se designa bajo diferentes nombres, LÁZARUS, VIRUS-T, SOLANUM, etc. (esta última es una una palabra latina usada por Jan Vanderhaven que, según algunas fuentes no oficiales, fué el descubridor de la enfermedad). Desafortunadamente, y desconociendo los resultados de las investigaciones oficiales (secretas), no ha sido posible aislar el virus causante de dicha enfermedad en el medio natural.
MODO DE TRANSMISIÓN: El agente que produce la zombificación es 100% transmisible y 100 % efectivo. No se conoce la existencia de ningún ser humano que haya contraído la enfermedad espontáneamente ya que el virus no se encuentra en el aire, agua o tierra de forma natural. El virus no penetra en la piel intacta por lo que es necesaria herida o laceración para su inoculación. Se considera que el virus no es transmisible por via aérea (respiratoria), si bien algunas fuentes extraoficiales han descrito la transmisión aérea en circunstancias especiales, aerosoles con gran cantidad de virus, aunque no ha sido posible confirmar tales afirmaciones.
La transmisión del virus se produce por contacto de fluidos entre la persona portadora-infectada y la víctima, siendo la saliva del portador-infectado el principal vehículo de infección (como consecuencia del cuadro agresivo que presentan los portadores del virus en los que la enfermedad ya se ha manifestado, estos tienden a atacar mediante mordeduras a los no portadores). El contacto de la saliva con las mucosas también es efectivo para la transmisión así como el roce de heridas abiertas contra las del portador o las salpicaduras de restos del mismo que pudiesen entrar en contacto con mucosas o heridas del no infectado. El período de transmisibilidad del virus aparece en saliva entre 3 y 5 minutos antes de aparecer los síntomas clínicos y durante todo el curso de la enfermedad. En el resto de los mamíferos no se conoce con exactitud el periodo infectivo.
Respecto a otros medios de transmisión, la ingesta de carne infectada, suponiendo que el sujeto no presentase ninguna herida en la boca, diversas fuentes aseguran que provocaría la muerte del sujeto debido a su alta toxicidad. A pesar que no existe información documental (histórica, experimental, etc.) o de otro tipo sobre la transmisión del virus por contacto sexual, la naturaleza altamente peligrosa del mismo hace pensar en un alto riesgo de transmisión. Finalmente, varias fuentes no oficiales afirman que la transmisión ínter especies no es posible ya que si bien el virus afecta a todos los seres vivos provocando su muerte, la reanimación de los fallecidos sólo se produce en los especímenes de la raza humana.
Se desconoce el período de incubación, aunque se le considera muy corto y muy variable.
Se considera de notificación obligatoria tanto la enfermedad humana como la animal.
DEFINICIÓN CLÍNICA DE CASO: Presencia en la persona humana de una encefalomielitis que cursa con fiebre, cefalea, alteraciones sensoriales y respiratorias, parálisis, vómitos y convulsiones. Progresa a coma, muerte por parálisis respiratoria y posterior reanimación del cuerpo que presenta una clara conducta agresiva, con tendencias homicidas e incluso caníbales, hacia los otros seres humanos.
Según la mayoría de las investigaciones realizadas (no oficiales) esto se debe a que el virus viaja por el torrente sanguíneo del nuevo infectado hasta llegar al lóbulo frontal del cerebro del mismo. Una vez allí, el virus empieza a mutar todas las células del cerebro, destruyéndolas en el proceso y provocando con ello alteraciones severas en la conducta, coordinación, capacidad sensitiva etc. del individuo. Finalmente consigue que las células infectadas sean capaces de sobrevivir sin necesidad de aporte de oxígeno. En las otras células del cuerpo sucede lo mismo, con lo que las células del cuerpo mutan pudiendo funcionar sin necesidad de oxigeno (no se ha conseguido explicar como y por que se produce este proceso).
La zombificación se produce en un plazo muy variable, dependiendo en gran medida de la forma en la que el virus ha sido transmitido (herida fatal, herida leve u otro medio de transmisión) así como de la constitución de la persona afectada. De esta manera dicha progresión se puede producir entre 5 minutos y varias horas, incluso días, después de la inoculación del agente zombificador:
Fase 1: Dolor, cambio de coloración, infección y cangrenación de la herida y zona adyacente (si el contagio se produjo de este modo).
Fase 2: Fiebre alta, cefalea leve y presencia de nauseas o vómitos. Al final de esta fase aparecen las primeras dificultades respiratorias.
Fase 3: Aumento de la fiebre, dolor y aparición de los primeros síntomas de demencia y falta de coordinación muscular. Las dificultades y alteraciones respiratorias se vuelven más severas y evidentes. Esta fase finaliza con la entrada en coma del infectado.
Fase 4: Se produce la muerte del paciente infectado por parada cardio-respiratoria. Se produce la muerte del cerebreo (tal y como la conocemos actualmente).
Fase5: Reanimación del fallecido que en apariencia parece estar vivo, presentando movilidad y una clara tendencia agresiva y homicida. Su aspecto es el de un cadáver reciente, pudiendo presentar heridas fatales (que son ignoradas) así como parte del tejido óseo o muscular desprendido del cuerpo. Estos seres reanimados son HOSTILES y MUY PELIGROSOS, siendo el principal vector de propagación de la enfermedad.